
Danitza Bravo, ejecutiva de cuentas en la Región de Valparaíso, es socia del sindicato desde hace más de veinte años y actual integrante del Directorio del Sindicato SINDIBAE. En esta entrevista reflexiona sobre su camino sindical, su visión del rol que cumplen los beneficios, y la importancia del vínculo cotidiano con las y los socios del sindicato.
«Yo siempre he valorado profundamente el trabajo de los directorios anteriores. Gracias a ellos tenemos beneficios importantes que se han conseguido a lo largo de muchos años», comenta. Pero también reconoce que sentía que faltaba algo más: “Desde regiones percibía que necesitábamos una comunicación más efectiva, que llegara realmente a todas las personas, en especial ahora que hay nuevas generaciones que se comunican de otra manera. Era urgente evolucionar en esa dirección”.
Desde su ingreso al Directorio, uno de sus principales propósitos ha sido construir un espacio más representativo y solidario: “Esto no se hace sola. Lo hacemos como equipo. Mi motivación es que el sindicato sea empático, útil, actualizado, que se sienta presente en la vida diaria de las personas”.
Danitza también destaca la importancia de activar los beneficios a tiempo. “Muchos beneficios no se otorgan de forma automática ni son retroactivos. Si no se informa al sindicato, se pueden perder. Por eso es tan importante avisar y presentar los documentos correspondientes dentro de plazo”.
Además, insiste en que la solidaridad entre colegas marca la diferencia: “A veces no toda la información llega a tiempo, y ahí el boca a boca es fundamental. Cuando una compañera o compañero recuerda un bono o ayuda, eso puede cambiar la situación de alguien que no sabía que tenía ese derecho”.
Recuerda con emoción el caso de un socio que atravesaba una situación compleja por la enfermedad grave de su madre. Gracias a la cercanía de Danitza y la información compartida, logró acceder a un beneficio económico que alivió parte de los gastos de traslado. “Ese gesto, ese apoyo, fue fundamental para él. Y para mí fue una forma concreta de hacer sentir que el sindicato está, que acompaña”.
Con orgullo y convicción, concluye: “Ser dirigenta desde regiones me motiva a aportar ideas nuevas y a trabajar con empatía. Porque cuando el sindicato se siente útil y cercano, ahí realmente cumple su misión”.
